Al compás del cajón y el bordoneo
de la guitarra, dos bailarines varón y mujer, con los pañuelos blancos al
viento unen sus sentimientos, con los pies descalzos, golpeando, rozando,
tocando el suelo, levantándolos al aire con elegancia suave, sin movimientos
bruscos, ni estirándolos; hacen movimientos de punta y talón, el varón se
acerca a ella, ella coqueta se aleja, se acerca…Empieza él, “enamorándola a su
pareja” , con el pañuelo en alto, se saca el sombrero con la mano izquierda, el
pañuelo sube y baja, con su mano dibuja elegantemente un “8” , la rodea, la
sigue, la persigue, ella escapa y vuelve, coqueteándole sin dejarse atrapar,
sus miradas fijas uno en el otro, ella sonríe, levanta su falda con su mano
izquierda y con elegancia, mueve sus caderas, cadenciosamente, provocativas e
insinuantes, pero nunca con movimientos degenerados, rápidos ni escandalosos
La mujer siempre con el rostro en
alto, sonriente, altiva, no se agacha, el hombre si, se inclina hacia ella,
busca su rostro, su cuello y ella gira suavemente, huye de él, pero siempre
coqueta, mientras el publico aplaude haciendo un sonido característico que
suena al compás del cajón, entre los “vivas” y “dales” del cantor: “¡echa!”,
“¡dale ahí!”, “¡toma!”, “¡así!”…. Es el tondero señores, el original y el único
en el Perú y el mundo….
Pedro Alvarado decía: “el tondero
es bailado con sencillez y en forma espontánea, los movimientos de la cadera en
la mujer son moderados…. Sin llegar a movimientos eróticos…
Los estudiosos aseguran que el
tondero es la fusión de ritmos indígenas, españoles y negros.
Muchos estudiosos y “personajes”
dan su teorías sobre el tondero: que proviene de aquí… que viene de allá…, que
se baila así…., “que se imita a tal o cual animalito…”, pero como dijo Pedro
Alvarado: “estas manifestaciones son ideas ingeniosas de escritores que
pretenden ser originales….
Kiko Sánchez afirma: “Desde
tiempos ancestrales Morropón se alegra y goza con el Tondero, en el chicherío,
bajo la ramada, en las fiestas populares y tradicionales en el centro de la
plaza. Allí de reunía la gente del pueblo, la clase trabajadora respiraba
ambiente de alegría como recompensa a los duros trabajos agrícolas…El tondero
morropano sintetiza el mestizaje cultural del que hablamos entre verso y verso,
entre copla y copla, entre cumanana y cumanana con el lamento y el triste
propio de nuestra serranía, surge el golpe del cajón y la música, luego el
baile pícaro y elegante, baile hecho un poema que se escribe a pie pelado y con
pañuelo en alto, insinuando él, esquivando ella, pero con mucho respeto”
En 1993, el Instituto Nacional de
Cultura Peruano (INC) declara a nuestro Tondero como Patrimonio Cultural de la
Nación, por ser una expresión propia del arte popular y del folclore peruano,
en merito a legítimos derechos históricos y culturales”
Reconoce además el INC que
nuestro tondero es de música lenta, rítmica y cadenciosa, de pasos pegados y
que no ocupa mucho espacio.En Morropón y por algo somos la cuna del tondero,
hasta los mas “churres” bailan tondero, basta con que ellos vean bailar a
alguien para que con pañuelo en mano pronto se conviertan en campeones, “lo
llevamos en la sangre”, no necesitamos ir a academias, ni que nos disciplinen
para que movamos los pies, las manos, el cuerpo, la cabeza al mismo ritmo y al
mismo tiempo que los demás, usted puede ver bailar hasta 10 parejas en un mismo
tiempo y escenario y ninguna baila exactamente igual, no va a ver una
coreografía rígida y disciplinada como si fuera una danza o baile teatral; cada
pareja baila con su estilo, con su salero, con su gracia, como le nace, como
suena la música, se dejan llevar por el ritmo de la guitarra y el golpe de
cajón, demostrando su talento nato con pasos y movimientos ágiles, plásticos.
Dije antes que los churres miran a los mas grandes y de ahí que encontremos
niños, jóvenes adultos, que bailan al estilo del gran Pedro Farfán Ballesteros
o de Carmen Almestar, fallecidos ya, o de la Gran Julia Bello que nos deleita
ahora con su original estilo, digno de imitar, y ante quien rindo pleitesía y
me honro en nombrarla “LA LEYENDA VIVA DE NUESTRO BAILE”, la morena de oro.
Pedro Farfán nos dejó a sus hijos
y tenemos pues el salero y gracia de Tania y Jesús Farfán, cabe mencionar
también a los Hermanos Espinosa Juárez, entre otros que no degeneran nuestro
baile y que conservan nuestras originales raíces.
En Morropón hay escuelitas de
tondero, pero es necesario recalcar que no son academias, en las escuelitas
solamente se les guía a los niños o jóvenes a que moderen sus pasos, el resto
nace de ellos. Ellos sienten la música ellos saben cuando zapatear, cuando
girar; la maestra o el maestro solo les guía y así pues tenemos la escuela
“Pedro Farfán Ballesteros" que dirige Jesús Farfán, la escuela Afro que
dirige Noeli Carrasco Ochoa , con el apoyo de sus padres Zulli y Oscar, la
escuela de la Familia Mendoza Olaya, la escuela de los Almestar, de Marita
Peña, de Olenka Morales entre otros que difunden nuestro baile.
Una felicitación a aquellos
morropanos que vayan donde vayan conservan nuestra originalidad y no declinan
ante las exigencias de un jurado o de unas bases elaboradas pensando en un
baile de tondero comercial, de espectáculo de concurso y que someten a nuestros
representantes obligándolos a bailar con pasos academizados, de lo contrario
los eliminan en su primera presentación, un llamado al INC para que vigile
estos eventos y se haga respetar nuestra esencia cultural nuestro baile, lo
nuestro, respetando su vestimenta original sin adornos ni elementos que lejos
de enriquecer nuestro baile lo degeneran…
El autor.
“... no se preparan ellos para
bailar, están en una jarana, escuchan la música propia del tondero y entonces
entran a divertirse bailando, así que prácticamente la coreografía es propia de
cada inspiración del bailador; por eso es que nosotros no admitimos acá el
hecho de que hayan academias. No admitimos eso, porque consideramos, siguiendo
la escuela de José María Arguedas, que esa cuestión, el folclore es una
cuestión espontánea. No es que yo me siente en una mesa y me ponga a hacer
cuartetas al viejo tiempo español y ya esta con la Cumanana, no. El folclor es
una cosa que el pueblo la siente, la vive y entonces se expresa un poco hermoso
en forma de verso. Porque para ser folclorista, para ser cumananero
especialmente diré, tiene que tener sentido poético. No cualquiera es cumananero
y muchas de esas cumananas forman parte del llamado hablado que tiene a mitad
el tondero.”
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